Los Jóvenes asiáticos ante el Papa
Otro de los testimonios valiosos por su contenido y significación vertidos durante la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en la noche del sábado 11, fue el de la joven japonesa Iroko Kawasaki.
“Como jóvenes de este milenario y contradictorio continente de Asia –expresó- te presentamos hoy nuestras angustias y esperanzas. Muchos de nuestros pueblos sufren grandes angustias derivadas de situaciones de injusticia, de extrema pobreza, de gran materialismo, con el hambre y la desnutrición, el analfabetismo, la violencia, la opresión, la falta de libertad.
Particularmente nosotros, los jóvenes de Japón, estamos viviendo en una sociedad en constante progreso tecnológico y científico. Como jóvenes católicos queremos hacer presente el amor de Dios entre los hombres para que la Iglesia crezca en Asia cada día más. Confiamos en que, en un gesto solidario, los que vivimos en la abundancia salgamos al encuentro de los más necesitados e iluminados por Cristo construyamos una civilización basada en el amor, capaz de trascender la propia frontera”.
Fuente: Juan Pablo II entre nosotros - Libro de Oro de una visita Inolvidable - Edición Extraordinaria revista Esquiú. Abril 1987 página 38.
Otro de los testimonios valiosos por su contenido y significación vertidos durante la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en la noche del sábado 11, fue el de la joven japonesa Iroko Kawasaki.
“Como jóvenes de este milenario y contradictorio continente de Asia –expresó- te presentamos hoy nuestras angustias y esperanzas. Muchos de nuestros pueblos sufren grandes angustias derivadas de situaciones de injusticia, de extrema pobreza, de gran materialismo, con el hambre y la desnutrición, el analfabetismo, la violencia, la opresión, la falta de libertad.
Particularmente nosotros, los jóvenes de Japón, estamos viviendo en una sociedad en constante progreso tecnológico y científico. Como jóvenes católicos queremos hacer presente el amor de Dios entre los hombres para que la Iglesia crezca en Asia cada día más. Confiamos en que, en un gesto solidario, los que vivimos en la abundancia salgamos al encuentro de los más necesitados e iluminados por Cristo construyamos una civilización basada en el amor, capaz de trascender la propia frontera”.
Fuente: Juan Pablo II entre nosotros - Libro de Oro de una visita Inolvidable - Edición Extraordinaria revista Esquiú. Abril 1987 página 38.
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